Cómo lavar una manta de lana
Publicado por BOUCLE HOME en

Las mantas de lana son un complemento atemporal para cualquier hogar, ofreciendo calidez y elegancia. Sin embargo, su cuidado requiere especial atención para conservar su suavidad, durabilidad y apariencia. En esta guía completa, cubriremos todo lo que necesita saber sobre cómo lavar, secar y almacenar una manta de lana para mantenerla en perfecto estado durante años.
1. ¿Se puede lavar una manta de lana?
La lana es una fibra natural conocida por sus propiedades aislantes, lo que la hace perfecta para mantas. Además, es naturalmente resistente a las manchas y los olores gracias a su contenido de lanolina, un aceite natural que ayuda a repeler el agua y la suciedad. Sin embargo, la lana puede apelmazarse, encogerse y deformarse si no se cuida adecuadamente. Por eso, es fundamental seguir métodos específicos de lavado y secado para preservar la integridad de su manta de lana. A continuación, le explicamos cómo lavarla.

2. ¿Con qué frecuencia se debe lavar una manta de lana?
Las mantas de lana no requieren lavados frecuentes. Los expertos recomiendan lavarlas solo cada tres meses o incluso con menos frecuencia, según el uso. Lavarlas demasiado puede desgastarlas y reducir su vida útil. En lugar de lavarlas con regularidad, manténgalas ventiladas, limpiando las manchas y cepillándolas ocasionalmente para eliminar la suciedad y los residuos.
3. Preparación previa al lavado: qué hacer antes de lavar
Antes de lavar su manta de lana, revise siempre la etiqueta de cuidado. Algunas mantas de lana indican "solo limpieza en seco", en cuyo caso es mejor llevarlas a una tintorería profesional. Si la manta es lavable a máquina o a mano, siga estos pasos de prelavado:
- Sacudir y cepillar : Saque la manta al exterior y sacúdala bien para eliminar la suciedad y el polvo sueltos. Use un cepillo de cerdas suaves para retirar con cuidado cualquier partícula restante, cepillando en la misma dirección para evitar dañar las fibras.
- Reparación y desbolitado : Inspeccione la manta para ver si tiene agujeros o bolitas (pequeñas bolas de fibras). Repare los agujeros con un kit de costura para evitar que se agraven durante el lavado. Use un peine desbolitador para eliminar las bolitas, que pueden hacer que la manta parezca desgastada.
4. Métodos de lavado: Lavado a mano vs. lavado a máquina
Hay dos métodos principales para lavar una manta de lana: a mano y a máquina. La elección entre ambos depende de la etiqueta de cuidado de la manta y de tus preferencias personales.
Método de lavado de manos

El lavado a mano es el método más suave y se recomienda para la mayoría de las mantas de lana:
- Llene una bañera : Llene una bañera limpia o un lavabo grande con agua fría. Añada una pequeña cantidad de detergente apto para lana, siguiendo las instrucciones del envase.
- Remojar y agitar suavemente : Sumerja la manta completamente en el agua, asegurándose de que esté bien empapada. Agite suavemente la manta durante 10 a 15 minutos. Evite frotar o escurrir la manta, ya que esto puede apelmazarse.
- Enjuague : Escurra el agua jabonosa y vuelva a llenar la tina con agua limpia y fría. Enjuague la manta moviéndola suavemente en el agua para eliminar cualquier residuo de detergente.
- Enjuague final : si es necesario, repita el proceso de enjuague hasta que el agua salga clara y no quede detergente.
Método de lavado a máquina

Si la etiqueta de cuidado permite el lavado a máquina, siga estos pasos:
- Seleccione la configuración correcta : Use el ciclo delicado o para lana en su lavadora. Configure el agua a temperatura fría y, si es posible, desactive el centrifugado, ya que este puede deformar las fibras de lana.
- Añadir detergente : Use un detergente apto para lana, siguiendo la dosis recomendada. Evite usar lejía o suavizantes, ya que pueden dañar la lana.
- Remojar y lavar : Deje la manta en remojo en agua fría con detergente durante unos 15 minutos antes de iniciar el ciclo de lavado. Esto ayuda a aflojar la suciedad y minimiza la agitación, y es la forma correcta de lavar una manta de lana.
5. Cómo secar tu manta de lana: Sécala al aire para obtener mejores resultados
El secado es un paso fundamental en el cuidado de las mantas de lana, ya que un secado inadecuado puede provocar que se encojan y deformen.
- Evite la secadora : Nunca seque una manta de lana en la secadora. El calor y el movimiento pueden hacer que las fibras se encojan y se apelmacen.
- Secado al aire : Extienda la manta sobre una toalla limpia y seca. Enróllela y únala para eliminar el exceso de agua. Si es necesario, reemplace la toalla por una seca y repita el proceso hasta que la manta esté húmeda, pero sin gotear.
- Colgar o extender en posición horizontal : Una vez que se haya secado la mayor parte de la humedad, extienda la manta en una rejilla de secado o cuélguela de un tendedero o una barra de ducha inoxidable. Evite la luz solar directa, ya que puede quebrar y decolorar la lana.
6. Cómo guardar tu manta de lana
El almacenamiento adecuado es clave para mantener la calidad de su manta de lana cuando no esté en uso.
- Limpiar antes de guardar : Limpie siempre la manta antes de guardarla. La suciedad o las manchas que queden en ella pueden atraer polillas y otras plagas.
- Use recipientes herméticos : Guarde la manta en un recipiente o bolsa hermética y transpirable para protegerla del polvo y la humedad. Añada bloques de cedro o bolsitas de lavanda al área de almacenamiento para repeler las polillas de forma natural.
- Evite la compresión : no comprima demasiado la manta durante el almacenamiento, ya que esto puede provocar arrugas permanentes y daños en las fibras.
7. Consejos adicionales para el cuidado de las mantas de lana
- Limpieza localizada : Para manchas pequeñas, mezcle una solución de una parte de vinagre con dos partes de agua. Aplíquela sobre la mancha con un paño limpio y seque suavemente. Evite frotar, ya que esto puede extender la mancha y dañar las fibras.
- Ventilar : Ventilar la manta con regularidad puede ayudar a refrescarla y reducir la necesidad de lavarla con frecuencia. Cuélgala al aire libre en un día seco y ventoso, evitando la luz solar directa.
- Prevención de polillas : Las polillas se sienten atraídas por fibras naturales como la lana. Revise regularmente su área de almacenamiento para detectar señales de polillas y considere usar bolsas de almacenamiento a prueba de polillas o agregar repelentes naturales como madera de cedro.
- ¡Aprenda más consejos para el cuidado de las mantas!
Lavar una manta de lana puede parecer complicado, pero con las técnicas adecuadas, puedes mantener fácilmente su suavidad y durabilidad. Lavándola con moderación, secándola correctamente y guardándola correctamente, tu manta de lana te brindará calidez y comodidad durante muchos años. Recuerda consultar siempre la etiqueta de cuidado de tu manta antes de comenzar cualquier proceso de limpieza y, en caso de duda, consulta con un profesional de la limpieza sobre cómo lavar una manta de lana.
Cómo limpiar cojines y mantas de lana
Para un espacio verdaderamente acogedor, es importante mantener limpias y en buen estado tanto las mantas de lana como los cojines decorativos. Si bien ya hemos explicado las mejores prácticas para lavar mantas de lana, no olvides prestar la misma atención a tus cojines. Unos cojines limpios y frescos no solo mejoran tu comodidad, sino que también realzan la estética general de tu hogar. Para aprender a lavar correctamente tus cojines decorativos sin dañar la tela ni el relleno, consulta nuestra guía detallada sobre el lavado de cojines . Con tus mantas y cojines en perfecto estado, tu hogar se sentirá aún más acogedor y cómodo.
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